Mama, me llamaran puta, tu no hagas caso, la envidia que tendran
los vecinos
Las cadenas de televisión necesitan producir contenidos que reinventen las audiencias para que los anunciantes se les desmadre el deseo de pagar y no rechistar.
La telebasura explota el morbo. Morbo, envidias, los concursantes que pretenden conquistar audiencias vivir del glamour patatero y alcanzar la fama han de lanzarse en el plato y ejercitar proezas que desaten las pasiones mas bajas, saben que su final es triste, terminan de gigolos baratos o prostitutas.
Su triste sueño es participar en los realitys shows televisivos Gran Hermano, La Isla de los famosos, etc.etc.
Son seleccionados por psicólogos muy bien pagados que buscan carnaza dispuesta a lo que sea, y con quien sea, para alentar los mas abyectos valores.
Los guionistas que miden las audiencias y estudian los programas de la competencia trabajan en equipo para que la audiencia se indigne con ellos.
Psicólogos profesionales con la obligación de encabronar a los personajes mediante engaño.
Si el personaje A se ha enamorado de B y este le hace caso, se le dice que B se ha acostado tres veces con C las ultimas 48h. y que B fuera del plato mantiene una relación con una persona de su mismo sexo.
Podeis imaginaros la reacción de A en el plato
Para que toda esta mierdfuncione se organizan castings donde se buscan personajes extremos e inquietantes con unos desequilibrios psicológicos tan inverosímiles que convierten el plato en una sala de enfermos mentales agudos.
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